Un colectivo de extrema izquierda intervino edificios de la Universidad Nacional de Córdoba con mensajes antiisraelíes, sin autorización ni condena institucional. La acción proterrorista se realizó en espacios sostenidos por el Estado y generó preocupación por el uso político de la universidad.
Un grupo de activistas de extrema izquierda vandalizó la Universidad Nacional de Córdoba durante el fin de semana. Colgaron una bandera palestina de 16 metros y proyectaron mensajes contra Israel, Milei y Occidente. La intervención fue organizada por el colectivo “La Imaginación al Poder” y realizada en espacios sostenidos con fondos estatales, como el Parque Las Tejas y edificios de la UNC.
Silencio institucional y ataque a la libertad académica
La universidad no emitió ningún comunicado sobre la ocupación partidaria de sus instalaciones. La falta de reacción alimenta sospechas sobre una permisividad política con grupos radicalizados. La acción no fue convocada por autoridades académicas, pero tampoco fue impedida. Mientras tanto, miles de estudiantes reclaman mejoras reales y no actos ideológicos.
Mensajes sin contexto y propaganda antioccidental
La intervención incluyó imágenes, afiches y proyecciones audiovisuales que demonizaban a Israel y justificaban la violencia islámica sin mencionar los atentados ni secuestros cometidos por Hamas. Se utilizó el arte como pantalla para promover una agenda extremista que nada tiene que ver con el quehacer universitario ni el pensamiento crítico.
Universidades como plataforma de militancia partidaria
El uso de universidades públicas para propaganda radical genera un grave precedente. Estas acciones no representan a la comunidad estudiantil en su conjunto, sino a una minoría ideologizada que se apropia del espacio público para fines partidarios. Convertir centros educativos en tribunas políticas socava la pluralidad, el debate y la neutralidad institucional.