A partir de octubre, los combustibles líquidos y el gas por redes experimentarán una reducción de precios, impulsada por la caída del barril de petróleo y la desaceleración de la inflación. YPF aplicará rebajas del 1% en nafta y gasoil, aunque el impacto final será menor por ajustes impositivos. Las facturas de gas disminuirán entre un 3% y un 6%. Así comienza la primavera liberal de la Argentina.
En octubre, tal como había anticipado el Gobierno de Javier Milei, se prevé una reducción en los precios de la nafta y el gas por redes. Esta medida no solo impactará en el costo de los combustibles, sino también en las tarifas del gas.
“Quiero lograr un acuerdo equitativo con los consumidores. Nadie debe subsidiar a nadie. Si el precio internacional del crudo sube, los combustibles locales subirán. Si baja, bajaremos los precios”, expresó Horacio Marín, presidente y CEO de YPF.
Según el comunicado oficial, YPF reducirá sus precios en un 4% para naftas y un 5% para gasoil. No obstante, debido a la actualización impositiva y el traslado del “crawling peg” del 2%, el impacto final en las estaciones será del 1% para naftas y 2% para gasoil.
Esta reducción nominal es la primera en más de cinco años, aunque anteriormente los precios ya habían caído en términos reales por la inflación.
El descenso en el precio del petróleo, que pasó de 80 a 71 dólares por barril en el caso del Brent, junto con la desaceleración de la inflación, permitió ajustar los precios a la baja.
En cuanto al gas natural por redes, el precio mayorista (PIST) disminuirá de entre 3,3 y 3,5 dólares por millón de BTU a un rango de 2,979 a 3,148 dólares. Esta reducción será compensada por un aumento del 2,7% en los servicios de transporte y distribución, lo que resultará en una caída en las facturas del 3% al 6%, según la categoría de consumo.