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Un oscuro acuerdo socialista: Macri y CFK se unen contra la SIDE de Milei

La Cámara de Diputados rechazó el DNU que incrementaba en $100.000 millones los fondos de la Secretaría de Inteligencia del Estado, dejando a la agencia en una situación de grave desfinanciamiento. La consecuencia directa es la proliferación de las mafias a todos lo ancho y largo del país. La movida fue impulsada por Mauricio Macri, quien pactó con Cristina Fernández de Kirchner y el filo-k Martín Lousteau para frenar la medida. Una vez más, la avanzada libertaria desnuda lo que la casta tiene de semejante.

Este miércoles, la Cámara de Diputados de la Nación rechazó el DNU 656/24 de Javier Milei, que proponía un incremento de $100.000 millones en el presupuesto de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), dejando a esta agencia crucial en una situación de grave desfinanciamiento.

La SIDE, cuya misión es proteger al país frente a amenazas internas y externas mediante la recolección de información, comenzó el año con un presupuesto de solo 38 millones de dólares, el más bajo de su historia. Milei heredó esta situación y, para intentar corregirla, emitió un decreto de necesidad y urgencia que elevaría el presupuesto a 138 millones de dólares, acercándolo al promedio histórico de 150 millones. Sin embargo, en el Congreso, la iniciativa fue bloqueada por una alianza inesperada entre el PRO, algunos radicales y el kirchnerismo, que votaron en contra del aumento. Aún queda pendiente la votación en el Senado, pero si se mantiene esta postura, la SIDE podría enfrentar serias dificultades para operar el resto del año.

La estrategia detrás de esta movida fue impulsada por Mauricio Macri, quien, temiendo ser espiado, orquestó un acuerdo con Cristina Kirchner y Martín Lousteau para frenar el aumento. Con el respaldo de Unión por la Patria y sectores del radicalismo, además de la mayoría de los diputados del PRO, la votación finalizó con 156 votos a favor de la derogación del DNU y 52 en contra. Este inesperado bloque reflejó una traición a la base electoral del PRO, con Macri liderando una negociación con el cristinismo, que también aceptó colaborar a pesar de su histórica rivalidad. En una reunión previa, Macri instó a sus diputados y aliados radicales a votar en contra del decreto, logrando así el resultado que dejó a la SIDE al borde del colapso financiero.

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