La tercera semana de junio marca un logro histórico con una inflación del 0,0% en alimentos y bebidas, reflejando el éxito de las políticas económicas de Luis “Toto” Caputo bajo el gobierno de Javier Milei y ofreciendo esperanza para la estabilidad económica futura del país. No había este nivel de normalidad económica desde la década feliz de 1990.
En un hito sin precedentes desde el gobierno de Carlos Menem, la tercera semana de junio ha registrado una inflación del 0,0% en el sector de alimentos y bebidas, según datos de la consultora Ramiro Castiñeira, Econométrica.
Este logro marca un punto crucial en la lucha contra la inflación, un problema que ha afectado a la economía argentina durante muchos años, y que ningún gobierno pudo resolver desde la década del ’90 hasta la fecha.
El reporte detallado indica que la suba de precios en alimentos y bebidas de la tercera semana de junio fue del 0,0%, mientras que en la segunda semana fue del 0,1%, resultando en una inflación acumulada en los últimos quince días de apenas 0,1%. La primera semana de junio registró una suba de apenas el 1,2%, por lo que la inflación mensual pinta muy bien.
En términos más generales, la inflación de junio se sitúa actualmente en 2,4%. Aunque aún falta la medición de la cuarta semana, se espera que podría ser menor que la del mes pasado.
El gráfico confeccionado por Econométrica muestra que esta estabilización de los precios en las últimas dos semanas (0,1% y 0,0%) es un indicativo positivo de la efectividad de las políticas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei, evidenciando una significativa reducción inflacionaria desde su asunción.
Argentina ha sufrido históricamente de altas tasas de inflación, afectando el poder adquisitivo de los ciudadanos y generando incertidumbre económica, en gran parte debido a la gran cantidad de emisión monetaria realizada por los diferentes gobiernos, especialmente durante el último gobierno kirchnerista de Alberto Fernández.
Al no haber ajustado el gasto público para eliminar el déficit fiscal, se decidió financiarlo mediante el aumento de la deuda, el aumento de los impuestos, o, de la forma más dañina, mediante la emisión monetaria. Esta última forma, que explica el origen de la inflación, hizo que Argentina se convirtiera en uno de los países más inflacionarios del mundo.
Con la llegada de Javier Milei a la presidencia, el ajuste más grande de la historia, la eliminación del déficit fiscal, y la no emisión de moneda, las cosas han comenzado a cambiar, y los datos lo comprueban.
El registro de una semana sin inflación en alimentos y bebidas marca un momento histórico para Argentina, subrayando el éxito de las políticas económicas recientes. La estabilidad de precios en la última quincena, con un aumento mínimo del 0,1%, ofrece esperanza para un futuro económico más predecible y estable. La administración de Javier Milei continúa trabajando para consolidar estos avances y garantizar que los beneficios de estas políticas se reflejen en el bienestar de todos los argentinos.