Javier Milei toma medidas audaces al solicitar un exhaustivo inventario en todos los Ministerios, marcando el inicio de un ajuste destinado a optimizar el gasto público. Con un enfoque en recortar gastos innecesarios y privatizar edificios subutilizados, el Gobierno busca no solo eficiencia sino también un cambio paradigmático en la administración estatal.
Esta vez, el ajuste también alcanza a la clase política, ya que el presidente Javier Milei ha instruido a todos los Ministerios y dependencias de la Administración Nacional para realizar un inventario exhaustivo. Este proceso implica desglosar detalladamente los diversos gastos, permitiendo así iniciar un ajuste ordenado en el ámbito político.
En términos simples, el “inventario” de las unidades administrativas equivale a una radiografía del Estado. Facilita la identificación y organización de gastos que requieren recortes urgentes, proporcionando una visión precisa del impacto de estas medidas en el presupuesto general.
Sin estos inventarios, no se puede llevar a cabo un ajuste ordenado de los gastos políticos, y su preparación adecuada lleva cierto tiempo (entre 1 y 2 meses, dependiendo de cada Ministerio y sus dependencias).
Todos los Ministerios deberán reducir gastos relacionados con automóviles, viáticos, viajes, edificios en desuso, choferes, celulares y salarios públicos, lo que implica mejorar la productividad burocrática. Con menos empleados y una estructura más simple, el Estado buscará ser más eficiente y austero.
Por ejemplo, durante la administración de Alberto Fernández, se destinaron hasta $4.900 millones de pesos para “mantenimiento y reparación de vehículos” de las principales unidades administrativas del Gobierno nacional. Estos privilegios están a punto de finalizar. Asimismo, el Presupuesto 2023 contempló hasta $7.000 millones de pesos en “uso y mantenimiento de celulares y teléfonos fijos” y más de $38.000 millones de pesos en pasajes y viáticos. La modernización del Estado conllevará la reducción de estos gastos superfluos.
La clase política deberá mostrar un gesto significativo de austeridad en medio de la crisis dejada por el kirchnerismo, ya que la gestión de Milei requiere esfuerzos dolorosos para la sociedad, y el Gobierno buscará dar ejemplo. Además, los inventarios consideran la posibilidad de privatizar edificios estatales sin uso o irrelevantes, lo que no solo ahorraría gastos, sino que también generaría ingresos adicionales para diversos propósitos.
Se estima que durante la gestión kirchnerista en 2023, el Gobierno nacional ejecutó hasta $17.000 millones de pesos en “mantenimiento y reparación de edificios”, muchos de los cuales se utilizaron para inmuebles sin propósito alguno.Milei avanza en la auditoría del Estado para ajustar el gasto de la política y privatizar edificios públicos en desuso