Fue acusado de comprar su lugar en la lista de Milei. Vive del Estado desde hace años: Juez de Faltas de la Provincia, candidato con de Narváez, con Lavagna, y protegido de los intendentes de Hurlingham. Un típico espécimen de la casta, en YouTube aparecen archivos que lo complican.
En los últimos meses reflotó la figura de Rafael De Francesco, el eterno candidato a intendente que este año logró infiltrarse en la lista de La Libertad Avanza, y con él, su historial de alianzas política. Fue candidato del Pro con De Narváez, fue candidato con Lavagna, el ex ministro de Economía del kirchnerismo, y se define como un “peronista ortodoxo”. En una entrevista con el periodista local Ubaldo Luna, reconoció que “Juanchi [Zabaleta] es un amigo”.
No es de extrañar estas prácticas camaleónicas, ya que se trata de uno de los miembros destacados de la casta hurlinghense. Un viejo peronista que en las últimas décadas se acomodó para probar suerte en todos los espacios políticos, movido por el interés personal y sus aspiraciones electorales.
En su discurso de cierre de campaña, Milei fue lapidario: “Para tener un futuro mejor para nuestros hijos, tenemos que sacar a la maldita casta, que no se cansa de robar”. La batalla contra los peces gordos de la política todoterreno ha sido una marca de su propuesta innovadora. Pero De Francesco aprovechó el apuro electoral de cierre de listas para inmiscuirse en el armado liberal, acusado de comprar su lugar. Hay uno de la casta que no tiene miedo, porque se escondió detrás del león.
