Desesperado, el intendente peronista usa los fondos de los contribuyentes en un intento de torcer el rumbo de las elecciones. Algunos empleados municipales cuentan que fueron tentados con platita para “activar la campaña”.
El Intendente peronista Juan Zabaleta está dando sobradas muestras de desesperación cuando se acercan las PASO del 13 de agosto. Ahora llegó al colmo: reparte dinero en efectivo entre los empleados municipales, a razón de 50.000 pesos por persona en un intento de mejorar su desesperante situación electoral. La escena, grotesca a más no poder, se repitió en distintos sectores a lo largo de la semana pasada: Zabaleta, cual Papa Noel populista, saca fajos de billetes de una bolsa y los reparte entre los empleados municipales.
Como un burdo miembro de la casta, Zabaleta liquida el dinero de los contribuyentes con el fin de retener su negocio. Esto se da después de un año de conflictos entre Zabaleta y los municipales que no tienen certezas de su futuro en medio gestión descontrolada. El intendente no cumplió con su promesa populista de pasar empleados a planta permanente y la inflación les carcome el sueldo mes a mes.