El pacto entre el intendente peronista y Juntos por el Cambio paraliza una gestión caótica.
El Concejo Deliberante hace seis meses que no sesiona y la tibia oposición liderada por Lucas Delfino de Juntos por el Cambio no parece tener ningún interés en destrabar la situación para así atender los problemas que aquejan al municipio, sobre todo los graves casos de inseguridad.
Las tasas aumentan sin control en un año electoral, para poder así costear “la política”, y Juntos por el Cambio le sigue haciendo el juego al intendente. Queda confirmado que Delfino es de la misma casta que Juan Zabaleta. Son dos fanáticos de los impuestos y no se les cae una idea que no sea asfixiar al ciudadano. Ni hablar que no tienen respuesta alguna para resolver los graves problemas que sufre el municipio, como las serias deficiencias en infraestructura e inseguridad.
Para colmo, a las calles atestadas de basura, a la ausencia de alumbrado público y semáforos que no andan; se le sumó en los últimos tres meses un aumento preocupante de la violencia vinculada al narcotráfico en el distrito. El pacto significa que el Concejo Deliberante está prácticamente clausurado: ¿para qué usan el dinero de los contribuyentes? Es por eso que la inoperancia del intendente y la inacción de Delfino van de la mano.

