La casta ya no tiene límite ante la cada vez más clara inminente derrota.
El ministro de Economía Sergio Massa anunció que este día lunes enviará un proyecto al Congreso para que el sistema de Previaje, originalmente concebido como parte de una medida de emergencia durante la pandemia, se vuelva de carácter permanente.
Solamente la última entrega del Previaje marcó un costo estimado en los $50.000 millones para el Gobierno nacional, casi el doble de lo que gastó el Gobierno en el refuerzo para el programa Potenciar Trabajo, y el equivalente al 60% de todo lo que se gastó en el refuerzo para el Programa Alimentar desde el mes de septiembre.
Todo esto no resulta trivial en un país que atraviesa la peor crisis económica y social desde el año 2001. La tasa de pobreza anunciada por el INDEC superó el 40% en el primer semestre del año, y las mediciones de la Universidad Torcuato Di Tella sugieren que ya habría trepado al 42% en septiembre. Estas cifras son similares al último semestre del año 2000 y la primera mitad del 2001, con la misma metodología de medición.
Pero pese a todo esto, el Gobierno sigue mostrando entusiasmo por despilfarrar millones en un programa superfluo que solamente beneficia a los argentinos con la posibilidad económica de viajar, en desmedro de los millones que cayeron por debajo de la línea de la pobreza y no logran permitírselo.
El ministro de Economía aseguró falsamente que el sistema garantiza hasta 550.000 puestos de trabajo, pero esto no se atiene a la realidad. Los desequilibrios fiscales del sector público (entre los cuales se encuentra el financiamiento para el Previaje) son los responsables detrás de la crisis macroeconómica que todos los días destruye puestos de trabajo y cierra empresas.
(La Derecha Diario)